Bajo la modalidad de intercambio académico semestral, Ángeles Abigail Serrano Jiménez estudió el séptimo semestre de la carrera de Psicología en la universidad Chuo, en Japón. Alumna del área de Psicología Social de la FES Zaragoza, calificó la experiencia como gratificante para su formación profesional.
“Estoy en el área de Psicología Social; hay cosas que como mexicanos son muy sencillas y comunes, el saludar, aunque no conozcamos a nadie, nosotros damos los buenos días, allá no. Me di cuenta de cómo la cultura puede influir tanto en la identidad individual, y eso fue increíble”.
Ángeles abundó que tuvo la oportunidad de conocer y convivir con personas mayores, “ellos sí me refirieron que de cuestiones de salud mental no se habla. Parte de su ideología colectiva es el hecho de que por pertenecer al grupo y seguir todos una misma línea, se rechaza la individualidad; si hay algo que destaque, tanto positivo como negativo, no es bien visto”.
Para ella su mayor reto fue el idioma, en la Universidad de Chuo sus clases eran en inglés, no obstante, “a pesar de que podía comunicarme con mis compañeros y profesores, Japón no es un país en que a gente sea muy cercana, puedes preguntar algo y que te entiendan, pero eso no significa que te van a responder. El salir y comprar la despensa es complicado”.
En lo académico, Ángeles destacó “una de las principales diferencias es que cada una de las clases la tienes una vez a la semana; aquí tenemos dos turnos, matutino y vespertino; allá se manejan cinco periodos, de 8 de la mañana 8 de la noche con descansos. Todo es muy estructurado incluso por minutos”.
Los retos a los que Ángeles se enfrentó en Japón la han motivado a desarrollar su tesis: Hay muchos factores que hacen que un alumno de intercambio se sienta aislado, sin sentir una conexión, hay quienes comentan que se quieren regresar, es increíble la incidencia de personas que en su momento no se sienten bien, eso me llamó la atención antes de irme, pues no le vi sentido; cuando me fui por supuesto que lo entendí, es cansado no entender el entorno cultural”.
“Me gustaría dar a las personas que se van de movilidad las herramientas, habilidades sociales, de afrontamiento y regulación emocional para disfrutar su estancia lejos”.
Sobre la importancia de aprovechar estas oportunidades que ofrece la UNAM, Ángeles dijo que “cada persona tiene un contexto diferente, el hecho de estar lejos y aceptar ese reto probablemente sea lo más increíble y terrorífico que probablemente hagan en su vida. El viajar y persistir es algo que vale mucho la pena”, concluyó.



