María Fernanda Gómez Rodríguez, alumna Psicología, estudió un semestre de su carrera en la Justus-Liebig-Universität Giessen, en Alemania; experiencia a la que calificó como enriquecedora, pues cursó materias novedosas relacionadas con su área (Psicología laboral).
“Aprendí un lado que no vemos mucho en México, allá vi investigación dirigida al lado oscuro del trabajo, todas las cosas negativas, el burnout, la triada oscura que es algún jefe que tenga psicopatía. Este tipo de clases te mueven a temas que no están tan estudiados aquí”.
“Alemania es uno de los países que tiene los horarios de trabajo más cortos, y México está del otro lado; ellos son muy respetuosos de sus horarios. Es un shock cultural, aquí se da la vida por el trabajo, la realidad no tendría porqué ser así”, abundó.
Sobre la enseñanza, “me pareció muy impactante; en una de las materias tuve un seminario que es muy similar a lo que nos dan aquí en la FESZ; aquí en los seminarios nos dan una lectura, nosotros platicamos sobre ella y el profesor da ciertas pautas para participar al respecto.
Allá la clase es más unilateral, el maestro da la clase, los alumnos escuchan y al final se pide participación. Es más tradicional”, explicó. María Fernanda consiguió la Beca de Movilidad Semestral de la UNAM, para poder irse tuvo que buscar en la universidad que iba recibirla las materias que empataran con el programa de la FESZ.
Para ella, el principal reto en esta experiencia fue el idioma, pues aunque desde pequeña había estudiado inglés, el alemán comenzó a estudiarlo en la preparatoria, “como fui a un pueblo pequeño, casi nadie hablaba inglés, el tener que comunicarme fue un poco complicado. En México somos muy extrovertidos y los alemanes son muy reservados, así que era incómodo preguntar porque no todos se abrían a explicar las cosas”.
Fuera de lo académico, buscó realizar viajes con otros estudiantes de intercambio lo que impulsó en ella la independencia. Tras el intercambio, las expectativas profesionales y de vida de María Fernanda han cambiado pues se dio cuenta de que puede lograr cosas que creía inalcanzables.
La zaragozana llamó a sus compañeras y compañeros a aprovechar las oportunidades que ofrece la Universidad “además de que ayudan al desarrollo profesional, te da una visión diferente del mundo, cambias como persona… es una oportunidad que hay que tomar aunque de miedo”.
