Las y los estudiantes de la primera generación del Diplomado en Enfermería Oncológica Pediátrica concluyeron satisfactoriamente su preparación, por lo que recibieron su constancia de término por parte de las autoridades de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza.
En representación de su generación, Rebeca Baez Castro, indicó que la Enfermería es una profesión noble y gratificante. “Es un honor expresar en nombre de mis compañeros los sentimientos que hoy nos invaden, abordamos los desafíos complejos de la oncología pediátrica desde una perspectiva integral y humanizada”, dijo.
Indicó que en el diplomado aprendió a interactuar de manera acertiva con la familia del paciente, “es un reto físico, emocional y social”. Llamó a sus compañeras y compañeros a reducir el sufrimiento y dar esperanza, “tenemos la responsabilidad de aplicar los conocimientos para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes y sus familias”, señaló.
Por su parte, el doctor José Cruz Rivas Herrera, coordinador del diplomado, relató que éste comenzó a gestarse en enero de 2020 como una opción de titulación. Indicó que atender a pacientes con cáncer cambia la vida de los profesionales de la enfermería, “ver a un niño con cáncer es complejo, el ver a sus padres… a veces se piensa que las y los enfermeros no sufren; sí sufrimos y lloramos”.
Agradeció a las y los egresados del Diplomado por confiar en el proyecto pues hay una deficiencia de personal con formación oncológica, no sólo en el país, sino en el mundo. La jefa de carrera de Enfermería, maestra Belinda de la Peña León, destacó que la enfermería oncopediátrica exige además de conocimiento, empatía, “hay que llevar esperanza y alivio”.
“La labor va más allá de lo clínico. El mundo necesita profesionales comprometidos con los pacientes y la dignidad humana… nunca olviden que en cada paciente hay la oportunidad de transformar una vida”.
El director de la Facultad, doctor Vicente Jesús Hernández Abad, destacó que una misión de la universidad es llenar los huecos y vacíos existentes en la preparación y el conocimiento, “en el país no hay personal suficiente, faltan enfermeras y enfermeros oncopediatras”.
“Se necesita valor para enfrentar las situaciones cotidianas que se vivirán en los hospitales; continúen con su formación, hace falta. Que esa generosidad y valor los siga acompañando en su carrera”, concluyó.